En estos campos la inocencia es considerada despectivamente como ignorancia. La experiencia Evidentemente, la creatividad de la experiencia es exactamente lo contrario de la creatividad de la inocencia. Si una idea ha funcionado bien hasta ese momento, se la adorna con algunas modificaciones para que parezca nueva. Si algo ha funcionado bien antes, puede repetirse. Cuando en publicidad surge un nuevo estilo, inmediatamente tiene imitadores. Si uno sabe que algo funciona, entonces prefiere repetirlo que innovar.
Esto se debe a que el costo personal del fracaso es muy elevado. Se toma un conjunto de productos que funcionan bien en el mercado y se los junta en un «paquete»: por ejemplo, se convierten en un producto financiero. Cuando llega el momento de sacar un nuevo producto, se desmonta el paquete original y se agrupan los ingredientes de otro modo.
Por lo general, los componentes transitan entre diversos paquetes, de modo que las combinaciones posibles son muchas. La persona que posee un juicio afinado no genera ideas, sino que reconoce el potencial de una idea en una etapa muy temprana.
Si la idea es nueva, hay que visualizar su poder. Las personas que elaboran pensamientos de este modo obtienen tanto reconocimiento como las que los generan. Muchos de los avances logrados en medicina fueron el resultado de accidentes, errores u observaciones casuales. La aparente «locura» es una fuente de creatividad cuando alguien produce una idea que no encaja dentro de los paradigmas vigentes. Casi siempre resulta una idea fuertemente cuestionada. Sin embargo, se opina que las complejidades de la ciencia moderna dificultan mucho el trabajo individual.
El estilo Ya me he referido al «estilo» como fuente aparente de creatividad. Liberarse de inhibiciones y temores, «soltarse», es un elemento importante de la creatividad, que proporciona grandes resultados.
O sea, que es posible desarrollar la capacidad de pensar creativamente. Con el «pensamiento lateral», en cambio, nos desplazamos hacia los lados, para probar diferentes percepciones, diferentes conceptos, diferentes puntos de entrada. En vez de desplazarse a lo largo de las pautas tratamos de atravesarlas. Todos son correctos y pueden coexistir. Las distintas percepciones no se deducen una de otra sino que se producen independientemente.
Pensamiento lateral y creatividad El pensamiento lateral se ocupa directamente de cambiar los conceptos y las percepciones. El pensamiento lateral se ocupa del cambio de conceptos y percepciones. No obstante, conviene tener en cuenta que el libro se ocupa del tipo de pensamiento creativo que trabaja con los conceptos nuevos y las nuevas ideas. Su tarea consiste en procesar estos ingredientes para producir como resultado una cena memorable.
Tenemos ordenadores y procesadores de datos. El ordenador proporciona un mundo en el que podemos conseguir que las cosas sucedan y ver esos resultados. No estamos lejos de poder procesar los instrumentos. Es evidente que la creatividad tiene lugar en la fase perceptual del pensamiento. Esta es la diferencia entre un ordenador y un ser humano.
El ordenador recibe sus percepciones y procede a procesarlas. Observemos ahora la figura 1. Las otras rutas, en cambio, desembocan en un camino circular que finalmente conduce al norte. Pero dentro de su propia burbuja, cada persona se comporta muy sensatamente. Tal vez la escuela aumentara el precio del almuerzo. Supongamos que un amigo coloca sobre la mesa tres tazas boca abajo. Debajo de una de ellas hay una chocolatina y debajo de las otras dos una piedrecita. Su amigo le pide que elija.
Una roca tiene una forma fija y permanente. El agua se adapta al recipiente, o sea, a las circunstancias. Si a una roca le sumamos otra roca, tenemos dos rocas. Si al agua le agregamos agua, tenemos agua.
La roca tiene un borde duro, mientras que el agua tiene un borde fluido. El agua tiende a fluir hacia un estado estable. Necesitamos reemplazar nuestro «es» por un «puede ser». Uno puede indicarles a los alumnos que analicen situaciones. O proporcionarles estudios de casos y pedirles que los analicen. Si una persona se sienta en una silla y siente un dolor agudo, inmediatamente examina el asiento. Encuentra un alfiler y lo quita.
Toma penicilina, que los mata. Pero al estudiar otros problemas no podemos encontrar la causa. Entonces surge la necesidad de idear una manera de salir del paso. A veces, nos quedamos atascados en un problema debido a nuestra manera fija de considerar los hechos. Necesitamos urgentemente ampliar su significado para incluir todas aquellas situaciones en las que juntamos algo para lograr determinados efectos.
En las situaciones conflictivas pensamos siempre en discusiones, negociaciones e incluso en el uso de la fuerza. Se dedica a esto mucho tiempo, esfuerzo y gastos. Evidentemente, si una de las propuestas es razonable y la otra no, gana la razonable. En este caso, las especificaciones modelan el concepto. En este segundo procedimiento aumenta el riesgo, pero al mismo tiempo existen mayores posibilidades de lograr algo realmente nuevo.
Se cumplen las exigencias en todos los aspectos. He tenido que tratarlos debido al lamentable descuido del pensamiento creativo existente en el sistema educativo de Estados Unidos.
Primero quiero examinar algunas de las principales aplicaciones del pensamiento creativo. Podemos aplicarlo a cualquier cosa que estemos haciendo, con la esperanza de introducir una mejora o de encontrar una manera «mejor» de llevarla a cabo. Por lo general, nos damos por satisfechos con nuestra manera habitual de proceder. Es muy necesario tener una idea clara de lo que se quiere dar a entender cuando se dice «mejor». La simplicidad tiene un elevado valor para usuarios y consumidores.
Desde luego, existen varias direcciones posibles. La idea de mejora de los japoneses no se limita a reparar las cosas. Y eso sucede porque toda sugerencia sigue un camino hacia arriba y hacia el centro. Es un punto clave a recordar. No siempre se necesita el pensamiento creativo. Pero cuando no hay, el pensamiento creativo es indispensable para plantear nuevas posibilidades.
Porque nada asegura que la primera que se encuentra sea la mejor. En una palabra, nadie tiene que salir en busca de sus problemas. Si puede realizarse de manera rutinaria, no hay problema. Se puede aprender este juego en veinte segundos, pero se trata de un verdadero juego, que permite desplegar un considerable nivel de destreza. Todos los inventores se comportan exactamente del mismo modo.
En vez de resolverlo, nos remontamos al comienzo y alteramos el sistema para que el problema no se produzca. Hay que sobrevivir a la crisis. Las ideas generadoras de oportunidades no se hallan por todas partes, esperando que alguien las encuentre. Esas ideas deben ser producidas. Algunas empresas son excelentes para producir objetos pero no ven claramente la necesidad de elaborar ideas.
El futuro Para conjeturar acerca del futuro es necesario pensar. Si no podemos predecir el futuro con exactitud, es mejor ser flexibles y estar preparados para enfrentar a los diversos futuros posibles.
Como un hilo de oro que recorre toda la trama de un tejido, el pensamiento creativo debe formar parte de todo el pensamiento sobre el futuro. La creatividad insufla siempre la esperanza de encontrar una idea valiosa.
Proporciona un marco para el trabajo en equipo con otras personas. Lo que importa es el fomento y la recompensa del esfuerzo creador. Nadie se siente obligado a buscar una oportunidad hasta que es demasiado tarde. Sombrero rojo Piense en el color rojo, en el fuego y en el calor. A veces conviene expresar abiertamente los sentimientos. El sombrero negro es el sombrero de la «cautela». Los errores pueden ser desastrosos.
Por lo tanto, el sombrero negro es valioso. Lo mismo sucede con el sombrero negro. Es muy valioso, pero usarlo demasiado puede acarrear problemas. Sombrero amarillo Piense en la luz del sol. Busca la factibilidad y una manera de actuar. Muchas veces el sombrero de pensar amarillo exige un esfuerzo deliberado. El sombrero verde es para el pensamiento creativo. Para las ideas nuevas. El sombrero verde sirve para las alternativas adicionales. El sombrero verde requiere esfuerzo creativo.
El sombrero verde nos permite pedir directamente un esfuerzo creativo. Aunque no surja ninguna idea creativa, el sombrero verde pide el esfuerzo creador. El sombrero azul es para el control de los procesos. El sombrero azul prepara la agenda para pensar. El sombrero azul puede pedir otros sombreros. El sombrero azul se emplea para pensar sobre el pensamiento.
Y lo mismo sucede en el caso contrario. De este modo se reduce la natural preponderancia del sombrero negro. Entonces el que tiene puesto el sombrero negro debe callarse o esforzarse para usar el sombrero verde.
Dedicar tiempo a la creatividad no es algo natural. No resulta natural dedicar tiempo al pensamiento positivo, a menos que nos guste la idea.
Pero cuando hemos hecho el esfuerzo, casi siempre obtenemos nuestra recompensa. Si todos los participantes se ponen el sombrero amarillo para esforzarse en conjunto y alguien sale con un comentario de sombrero negro, esa persona se siente fuera de lugar.
Todos deben hacer un «esfuerzo» para usar todos los sombreros. Es decir, cada uno pide un sombrero por vez. Cada sombrero se utiliza como una manera conveniente de introducir cierto tipo de pensamiento. Uno puede pedirle a otra persona que se ponga o se saque determinado sombrero. Uno puede pedir a todo el grupo que se ponga cierto sombrero «Creo que ha llegado el momento de que pensemos con el sombrero verde. Necesitamos nuevas ideas». Es conveniente, por ejemplo, dejar el sombrero negro casi para el final, a fin de identificar las dificultades y los peligros y considerar si la idea propuesta es viable.
Por lo tanto, tratemos de encontrar una manera de conseguir que funcione». Es mejor, por lo tanto, proporcionarlas durante el entrenamiento formal del uso de los Seis Sombreros para Pensar. Este procedimiento da siempre buenos resultados. El esfuerzo creativo A lo largo de este libro he destacado muchas veces la importancia de pedir un «esfuerzo» creativo. No se le puede pedir a una persona que tenga una idea brillante.
La pausa No hay problema alguno. Nadie le ha interrumpido. Sin embargo, usted suspende su pensamiento simplemente porque quiere hacerlo.
Se requiere mucha disciplina para detener el flujo constante del pensamiento y realizar una pausa creativa. Quiero destacar que la «pausa creativa» es un proceso deliberado.
Usted se detiene porque existe la posibilidad de conseguir una idea nueva si realiza el esfuerzo de parar. Es como caminar a buen paso por una ruta campestre o detenerse para admirar las flores silvestres que crecen al margen del camino. Si, por el contrario, nunca realiza un esfuerzo creativo serio, es bastante improbable que se le ocurran ideas nuevas. La pausa puede ser personal: «Tal vez haya una manera diferente de encarar este asunto». La pausa puede involucrar al grupo: «Veamos si hay otras alternativas».
A medida que uno adquiere experiencia en el pensamiento creativo, incluso una pausa breve puede sugerir una manera mejor de actuar. Este valor no consiste en que podamos hacer cosas mientras dura. En algunas circunstancias es importante pensar con rapidez, pero en otras es mucho mejor pensar lentamente. La creatividad es una de las circunstancias en que pensar lentamente supone una ventaja. Tampoco hay que devanarse los sesos y esforzarse por producir una idea nueva.
De hecho, es mejor no esforzarse demasiado en cada pausa creativa, porque pueden llegar a convertirse en una carga, consiguiendo que la persona se sienta menos inclinada a hacerlas. Las pausas deben ser casi casuales. El pensamiento proactivo Gran parte de nuestro pensamiento es reactivo: responder a exigencias, resolver problemas, superar dificultades.
Es una manera de construir una actitud creativa. Es importante darse cuenta de que la pausa creativa es un procedimiento simple y leve.
El foco es una parte importante de la creatividad. Algunas personas creativas afirman no creer en el foco y quieren captar las ideas a medida que se les ocurren. El foco simple Por lo general no se le considera un instrumento creativo, pero lo es. En esos casos suele necesitarse un alto grado de destreza creativa. No existe competencia, estamos en territorio virgen. No hay problema que superar, dificultad de resolver ni beneficio evidente que lograr. Pero decidimos concentrarnos en el tema.
Tal vez la posibilidad de poner un mensaje sobre la salud o un aviso publicitario en el espacio destinado a ser cubierto por el sello. Tal vez una manera totalmente diferente de pegarla. Entonces, pone el foco en el borde del recipiente. Estos son ejemplos menores, pero sirven para mostrar que el «foco simple» puede aplicarse a cualquier cosa. Uno lleva el coche al taller. Igual que en la pausa creativa, todo depende de usted. El pensador creativo decide si quiere detenerse o concentrarse de este modo.
Una vez elegido un enfoque simple, es posible tratarlo de diferentes maneras. Un intento preliminar de generar alternativas e ideas. Un esfuerzo serio por generar ideas en el punto elegido. Se pueden usar los instrumentos creativos de vez en cuando. La pausa creativa y el proceso de foco simple forman parte de esta creatividad cotidiana.
Puede ser definido por el individuo o por el grupo que practica pensamiento creativo o puede haber sido indicado de antemano. Lo importante es que exista una «tarea creativa definida». Ahora necesitamos ideas nuevas. Yo soy creativo. Pero la capacidad creativa sin foco no es poderosa.
Pero cuando no existe tal problema ni tampoco algo ante lo que reaccionar, tampoco hay nada que buscar. Esto significa que el pensamiento creativo tiene un alcance muy limitado. Quiero ideas sobre el color de las mesillas de noche en los cuartos de hotel. La primera, este tipo de enfoque nos permite pensar creativamente sobre cualquier cosa.
No es preciso que exista un problema o una dificultad. Esto duplica el alcance del pensamiento creativo. La palabra «absentismo» define un problema. En cuanto a la idea de aumentar la eficiencia de algo, indica un tipo de foco de mejora. Estas ideas ofrecen un beneficio, aunque no nos propongamos buscarlo. Examinamos las ideas que surgen para escoger las adecuadas para las orientaciones que nos interesan a nosotros.
Deseamos ideas para simplificar los controles en esta videograbadora. Queremos ideas para reducir el desperdicio de comida en el restaurante. Sabemos que queremos eliminar el problema o liberamos de la dificultad. Algunas de estas ideas pueden parecer «mejoras» debido a la palabra «reducir». Tareas En el caso de las tareas, no se trata de eliminar un problema sino de llegar a un punto deseado. Deseo encontrar una manera de comunicarme con instructores en diversos lugares.
Queremos un lema fuerte, que nos ayude a ganar las elecciones. Necesitamos un chocolate que no se derrita en el desierto. La gente ya no puede mantener casas grandes. Quiero ideas para aumentar la velocidad con que damos curso a las reclamaciones por seguros. Ocasiones de los focos Hemos examinado ya los tipos de foco; ahora podemos considerar brevemente las ocasiones para esos focos.
Esto brinda una oportunidad para el uso del pensamiento creativo. La tarea puede ser asignada o elegida libremente por un individuo o por un grupo.
Cualquier procedimiento existente puede tratarse de este modo. Punto sensible a las ideas. Cuando hemos encontrado lo que parece ser un punto sensible a las ideas, tratamos de desarrollar nuevas. Necesitamos ideas nuevas sobre el autotransporte de pasajeros. La figura 2. Figura 2. Las definiciones no son intercambiables. En todos los casos conviene elaborar esa lista. Quiero maneras de reducir el papeleo. Deseo disminuir la carga de lectura de los ejecutivos.
Casi siempre hay en el grupo alguna persona con experiencia en creatividad. No obstante, a veces necesitamos concentrarnos en el punto focal que tenemos ante los ojos. Puede suceder que un concepto innovador resulte inaplicable debido a la existencia de ciertas reglamentaciones. El cuestionamiento El «cuestionamiento creativo» es algo muy particular.
Este es el comportamiento normal de perfeccionamiento. El cuestionamiento creativo, en cambio, no critica ni juzga ni Busca defectos. Es un incentivo para lograr la «singularidad». Y en tercer lugar, todo ataque engendra una defensa. El creativo se niega, lisa y llanamente, a aceptar que el modo actual sea necesariamente el mejor.
Imaginemos que las diferentes maneras de actuar estuvieran anotadas en tiras de papel guardadas en una bolsa. Pero esas razones no son fundamentales. Las razones pueden ser buenas o malas. Hay muchas respuestas posibles para esta pregunta. En la tercera respuesta aparece la idea de «continuidad». Todo sigue porque sigue. Muchas razones posibles justifican la continuidad. Consideremos algunas de ellas. Nuestro pensamiento se orienta tanto hacia los problemas que si algo no constituye un problema simplemente no pensamos en eso.
La continuidad por compromiso «Estar comprometido» significa que efectuamos un cambio porque tenemos que satisfacer a alguien o ajustarnos a ciertas exigencias. Existe un aspecto importante del «compromiso» que concierne a otras partes, que originariamente fueron una ayuda. Las organizaciones que declinan suelen estar comprometidas con sus clientes fieles. Como son incapaces de evolucionar, no se recuperan del deterioro. Las organizaciones pueden estar comprometidas incluso con sus propias ventajas.
Esto se debe principalmente al elevado costo de la medicina de terapia intensiva, que no proporciona calidad de vida. Pero no revisamos el concepto de que hay que «seguir vivo a cualquier precio». La secuencia temporal en la que se produce nuestra experiencia, permite que se ordene en estructuras, instituciones y conceptos. Una vez establecidos, adquieren vida propia. Existe una urgente necesidad de reconceptualizar los bancos.
Examinamos la manera de hacer algo y tratamos de rastrear los elementos de continuidad. Puede suceder que ciertos conceptos e ideas que tuvieron sentido en cierto momento sean ya innecesarios y sin sentido. Cambio de valores La gente bebe y fuma menos.
El lugar que ocupan las mujeres en la sociedad ha cambiado. Los viajes han producido cambios notables en los gustos culinarios. Los gastos legales aumentan. Es preciso revisar todos los conceptos. No tiene sentido cuestionar ideas cuando lo que realmente necesita cuestionamiento es el concepto que las sustenta.
A veces tenemos conciencia de su existencia y a veces no, porque suelen ser tan subyacentes que ejercen su influencia ocultamente. Pero en este caso, no estamos juzgando algo que ya existe, sino que ponemos en tela de juicio los factores y las presiones que nos inducen a pensar de cierto modo. Sin embargo, existen ciertos condicionamientos previos que damos por sentados: por ejemplo, el tipo de ropa que exige el trabajo.
Eso es precisamente lo que hacemos cuando ponemos en duda los factores formadores de nuestro pensamiento. Separamos sus factores formadores y los cuestionamos. El concepto dominante Los conceptos dominantes son muy poderosos. A veces resultan obvios, pero otras, ejercen su fuerte influencia desde el trasfondo. Cuestionamos la importancia del concepto.
Con frecuencia, esto complica la posibilidad de pensar en otros enfoques posibles. Las suposiciones se basan en la experiencia y reducen la gama de posibilidades de nuestro pensamiento.
No obstante, conviene tomar conciencia de la existencia de esos supuestos, a fin de poder cuestionarlos. Demasiados supuestos. Por medio del cuestionamiento los dejamos de lado. Tratamos de escapar de las ideas preconcebidas. En este punto nos interesa especialmente el cuestionamiento. Aveces, un factor esencial se parece mucho a un concepto dominante. Pero por lo general tratamos de evitarlos en nuestro pensamiento: nos libramos de ellos, les tememos, nos negamos a tomar un camino si creemos que nos lleva a ellos.
Podemos querer que los negocios y las residencias particulares no empiecen a trasladarse a las afueras. Las polarizaciones extremas Muy frecuentemente, en nuestro pensamiento se producen polarizaciones extremas.
Estas polarizaciones pueden parecer manifestaciones de un pensamiento amplio. Esto excluye los enfoques intermedios o los que combinan elementos diversos. En todos los casos de cuestionamiento de un factor formador de nuestro pensamiento, el proceso consta de dos pasos. Tomar conciencia de los factores que aparecen como formadores del pensamiento y expresarlos. Cuestionar esos factores, aunque parezcan sensatos y plenamente justificados. Esto se aplica especialmente al intento de ser creativo respecto de algo que ya existe.
Por lo tanto, fue discutida paso a paso. Todos resultaban factibles y sensatos. Pausa creativa: la pausa para buscar alternativas aunque no sea necesario hacerlo.
Son capaces de reconocer que el actual modo de actuar es maravilloso y, sin embargo, ponerse a buscar otro. Cuando se encuentran otras maneras posibles, se comparan con las existentes y si no parece conveniente usarlas, no se usan. Miro la percha de las corbatas. Hay aspirantes a un cargo. Tengo que elegir entre ellos. Las alternativas me son dadas. Entro en un restaurante. Puedo, por ejemplo, pedir dos medias porciones de dos platos diferentes.
Puedo pedir que no coloquen mi pescado cerca de los camarones porque me producen alergia. El joven busca en su propia experiencia y en las instrucciones que ha recibido en los cursos de supervivencia. Es necesario revisar la experiencia personal y recordar ciertas instrucciones. Este es aproximadamente el procedimiento normal cuando buscamos alternativas: revisamos nuestra experiencia. Supongamos que le piden que encuentre un punto escondido entre otras cosas impresas en un papel.
No hay otro lugar donde pueda estar. Las alternativas A y B cubren las posibilidades. Finalmente tiene que encontrar el punto, porque en todo momento ha cubierto todas las alternativas. Aumentamos los precios o no. Podemos aumentar los precios pero ofrecer un servicio adicional. Podemos modificar totalmente el producto y establecer nuevos precios. Podemos considerar esquemas de bonificaciones y horas extra. Pero para generar alternativas comunes no logra nada, excepto complicar un proceso simple.
Recordemos el caso del explorador que quiere encender una fogata. Si no uso un encendedor puedo frotar dos palos o no. El proceso es abierto. Tenemos que seguir el curso de los acontecimientos. La idea perfecta no sirve de nada si aparece demasiado tarde. Por lo tanto, debe haber un elemento de utilidad. Tal vez debamos establecer un punto final. Al finalizar ese plazo, es preciso decidir entre las alternativas disponibles. Esto no tiene nada que ver con el tiempo que se dedica a pensar, porque puede ser poco.
Pero si «admite» la posibilidad de que haya otras, no puede sentirse tan confiado. Por lo tanto, es necesario ser capaz de generar alternativas y de elegir entre ellas. Tal vez descarte toda alternativa que no ofrezca beneficios obviamente mayores que los derivados de la actual manera de realizar las cosas.
Pero como principio general, conviene, por lo menos, tener conocimiento de las alternativas existentes, antes de empezar el desarrollo de otras nuevas. Cuando se han examinado todas las alternativas disponibles, es necesario hacer algo para presentar otras. Siempre que nos dedicamos a buscar alternativas, tenemos un punto de referencia. Este punto de referencia puede denominarse «punto fijo». Estas otras ideas son nuestras alternativas. Existen varios tipos posibles de punto fijo.
Ese es el punto fijo. Grupos Pensemos en una alternativa para una naranja. Uno puede decir que va a «viajar» por cierto camino. Eso es un concepto. Pero si es la «recompensa», el miedo ya no es una alternativa.
Pero no la consigue. Por lo tanto, este concepto se convierte en el punto fijo. Las maneras alternativas de satisfacerlo incluyen subirme a una mesa o que alguien me sostenga en alto. Esto se convierte en el nuevo punto fijo y nos dedicamos a buscar alternativas. Esta vez las posibilidades mismas son conceptos. Uno consiste en: «alargar mi brazo». Ese concepto puede realizarse «usando un palo». Otra idea alternativa: «conseguir que el objeto se desplace». En este ejemplo podemos comprobar que obtenemos dos tipos de alternativas, tal como muestra la figura 2.
Pasamos de una idea la escalera a un concepto que se convierte en el punto fijo para otras ideas. Cada una de estas nuevas posibilidades alternativas se convierte en un punto fijo para ideas alternativas. Este proceso se denomina «abanico de conceptos». Por lo tanto, nos desplazamos hacia la izquierda y creamos el nivel de concepto. Cada concepto es una manera de alcanzar alguna de las «direcciones». Cada uno de ellos se convierte ahora en un punto fijo para el siguiente nivel.
Luego buscamos maneras alternativas de realizar cada uno de los conceptos. Hay muchas rutas que van hacia el norte. Eugene Images of America David G. Turner pdf. Volker Epping pdf. Evolutie van de mens Theo Martens pdf. Faszination SL - R Daimler epub. Favorite brand name desserts Ltd. International Publications epub. Filosofia del tennis. Profilo ideologico del tennis moderno Carlo Magnani pdf. Band Heinrich Eduard Brockhaus Brockhaus pdf.
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Nelson Cepepda.
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